• Autor: Lorenzo Bartolini
• Fecha: 1808 - 1813
• Colección: ESCULTURA
• Técnica: Modelo de escayola
• Dimensiones: 228x136x119 cm
• Catálogo: Inv. Escultura 1181

Gracias a una prolongada estancia en París en su juventud, Bartolini trabajó en importantes encargos para Napoleón y su familia. En Toscana, Elisa Baciocchi (1777-1820) fue una de sus mayores admiradoras. Además de retratos oficiales para ella y sus parientes más cercanos, en 1808 comenzó a trabajar en un importante, y malogrado, monumento a la hermana del emperador, probablemente destinado a una plaza de Carrara. En la Gipsoteca de la Galleria dell’Accademia di Firenze hay un grupo escultórico de yeso con el nombre «La Magnamidad de Elisa, Gran Duquesa de Toscana», en el que Baciocchi aparece representado como Minerva con el brazo rodeando a una personificación de un espíritu bondadoso llamado «Genio». Este último sostiene un pergamino en la mano, probablemente simbolizando las nuevas leyes promulgadas por la gran duquesa. Elisa está sentada, sostiene un cetro en una mano y lleva una diadema en la cabeza; al igual que la diosa, tiene una serpiente a sus pies. Los trabajos en la escultura fueron interrumpidos por la Restauración y quedaron incompletos. Cuando Elisa murió en Trieste en 1820, Felice Baciocchi pidió a Bartolini que transformara la escultura en un monumento funerario para su esposa. Sin embargo, una vez terminada la versión en mármol, nunca se llevó a la iglesia de San Petronio de Bolonia, sino que fue vendida por los Baciocchi a Massimiliano Malvezzi Angelelli, quien la instaló en el cementerio de la Certosa de Bolonia como tumba familiar.

Bartolini trabajó largamente en la escultura, atendiendo a las peticiones de los mecenas y adaptando el tema a las nuevas circunstancias, como sabemos por algunos documentos y dibujos de la época.