• Autor: Giottino
• Fecha: 1356
• Colección: PINTURA
• Técnica: Fresco desprendido
• Dimensiones: 301 x 153 cm
• Catálogo: Almacenes n.° 202

El fresco representa a la Virgen entronizada con el Niño, flanqueada por ocho ángeles y los santos Juan Bautista y Bernardo. Originalmente decoraba un tabernáculo en la Piazza Santo Spirito de Florencia, pero a finales de los siglos XVII y XVIII fue retirado y reubicado en un canto entre Via del Leone y Via della Chiesa. Según una antigua placa situada en el tabernáculo, Gherardo di Bernardo Manfredi había fundado allí una capilla en 1356, cuando también se pintó el fresco. La inscripción de la placa también permite identificar al santo monje con cogulla blanca – carente de atributos específicos – como Bernardo, el nombre del padre del comitente.
El fresco es obra de Giottino, uno de los mayores discípulos de Giotto y uno de los pintores más importantes del siglo XIV, capaz de efectuar una síntesis sublime entre los valores de espacialidad y volumen heredados de su maestro y un naturalismo extremo que escruta cada uno de los aspectos de la realidad. El modelado denso y matizado de su pintura reproduce las diferentes texturas de las superficies, como el espeso pelo de camello del Bautista y la suave barba de San Bernardo. La posición de los dos santos en primer plano, que casi dan la espalda al observador para dirigirse a los protagonistas sagrados, ocupando el espacio de manera coherente, es una novedad absoluta en el panorama artístico de aquellos años. Entre los dos, sólo San Juan, con expresión severa y pensativa, vuelve la cabeza hacia los fieles para señalar al Cordero de Dios.